Piojos, esos animalillos que nos llevan de cabeza (nunca mejor dicho) a papás y mamás durante todo el curso escolar. A diferencia de lo que se cree, los piojos conviven con nosotros y aparecen en cualquier época del año, y no necesariamente tienen un foco de infección en los colegios. Si bien es cierto que se reproducen más rápidamente en épocas más calurosas como son primavera y verano, se pueden sufrir piojos perfectamente en épocas más frías como son otoño e invierno.
La pediculosis es la infestación de la piel por piojos, causando una irritación cutánea, como consecuencia de la saliva segregada por los piojos que actúa como anticoagulante e irritante natural, caracterizada por un picor muy intenso en el cuero cabelludo. Por lo tanto, un pediculicida es una sustancia o fármaco que elimina y mata los piojos.
Los piojos y las liendres no pueden vivir fuera del cuero cabelludo humano, ya que necesitan sangre para alimentarse y sobrevivir, por lo que deben contagiarse a otro niño o niña antes de que sean eliminados por completo de la cabeza, siendo una constante expansión. Pero ¡ojo! Los piojos pueden habitar en areneros, jardines y parques durante aproximadamente 15 horas, y sobrevivir en el agua clorada otras 24 horas, así que intentar ahogarlos no es una buena idea (sobreviven agarrados al cabello y crean burbujas de aire alrededor de su cabeza que les permiten respirar, los piojos no saben nadar)
¿Qué son los piojos?
Los piojos, Pediculus humanus capitis, son unos insectos pequeños y parásitos que viven exclusivamente en el cuero cabelludo del ser humano (no infectan ni viven en animales domésticos), alimentándose de la sangre que succionan, siendo capaces de resistir a temperaturas que van desde -30˚C hasta los 50˚C.
Se reproducen rápidamente a través de los huevos, llamados liendres, que pone cada hembra en cada fibra de cabello cerca de la raíz ya que deben incubarse con el calor corporal. Estas liendres, son de color blanco-amarillento y presentan una envoltura de quitina que los protege de las agresiones externas y las adhiere fuertemente a la base del cabello.
Al contrario de lo que se cree, los piojos prefieren el cabello limpio. De esta forma, les resulta más fácil ir al cuero cabelludo y alimentarse cuatro y cinco veces al día que tener que «esquivar» caspa, suciedad o escamas.
El ciclo de los piojos
Igual que cualquier ser vivo, los piojos tienen su propio ciclo de crecimiento:
- FASE LIENDRE. Durante este ciclo, los piojos son más resistentes que nunca. La hembra, se ha encargado de aportarle un “pegamento” natural para que se adhiera lo máximo posible al cabello. Esta fase suele durar entre 8-10 días.
- FASE NINFAS. Durante esta fase, los piojos jóvenes salen de su envoltura (liendre) y crecen, mudando de piel hasta tres veces. Esta fase es la más larga y el piojo joven suele tener un color más claro que en su fase adulta.
- FASE ADULTA. En esta fase, los piojos son capaces de reproducirse. Han transcurrido unos 28-30 días y el piojo ha sido capaz de poner entre 50-150 liendres que, igual que él, eclosionarán en un tiempo. Son de tono más oscuro que las ninfas y de mayor tamaño.
Por ello, si analizamos la cantidad de liendres, ninfas y piojos durante las fases, podemos entender que es en la fase adulta cuando los piojos pueden contagiarse ya que, siendo liendre o ninfa, no es capaz de reproducirse e infestar un nuevo cuero cabelludo.
Un piojo puede morir por diferentes razones:
- FIN DE SU CICLO DE VIDA. Tras 28-30 días de fase adulta, el piojo muere de manera natural.
- FALTA DE OXÍGENO. El piojo necesita oxígeno para sobrevivir, aunque pueda hacerlo en el agua clorada hasta 24h gracias a pequeñas burbujas que crea alrededor de él mismo para poder respirar.
- INANICIÓN. Si no se alimentan de sangre en menos de 48h, los piojos mueren.
- MUERTE TRAS LA FECUNDACIÓN. El piojo macho muere tras fecundar a la hembra.
Contagio: Épocas de aparición
A pesar de que el calor es un gran aliado de los piojos, la expansión se produce por contagio y no por las condiciones climatológicas; no “salen volando ni saltando” de una cabeza a otra por mucho frío, viento o calor que haga.
En invierno, el contagio es más sencillo por las actividades con los más pequeños asociadas a interior; los grupos de trabajo más frecuentes debido a las malas condiciones climáticas en el exterior, los juegos en la escuela, o los cambios de vestimenta de manera frecuente (el gorro de Manuel, el gorro de Laura, la bufanda de Sergio…) conllevan a un aumento en el contagio entre niños y niñas.
En meses más calurosos como primavera, verano o la entrada del otoño, la proliferación de este parásito aumenta. Pero no porque los niños se contagien más, si no porque existe un aumento en la rapidez de la cantidad de piojos, ya que las liendres eclosionan más rápidamente con el calor y la humedad.
Las liendres, como cualquier huevo, deben incubarse a una temperatura constante para poder eclosionar, por ello las hembras las adhieren cerca del cuero cabelludo, normalmente a menos de un milímetro, para que el propio calor humano sea el que las incube. Por ello, si la temperatura exterior o la temperatura ambiental es similar a la corporal, como suele suceder en los meses calurosos, será mucho más probable que las liendres no necesiten estar cerca de cuero cabelludo para poder ser incubadas y proliferar. Es uno de los motivos por los cuales, en épocas calurosas, aumenta la aparición de piojos.
Contagio: Formas de contagiarse
Tal y como hemos mencionado, los piojos no saltan ni tampoco vuelan de una cabeza a otra. Existen dos formas de contagio: directa por contacto de una cabeza con pediculosis con otra sana. Y de forma indirecta, al compartir objetos portadores como cepillos, peines, cintas para el pelo, horquillas, gorras y bufandas.
Las zonas de contagio más comunes suelen ser:
- PARQUES INFANTILES. Todos los niños suelen jugar juntos y sin restricciones, con excesiva proximidad entre sus cabezas.
- CAMPAMENTOS DE VERANO. El uso compartido de camas, prendas de vestir, toallas, peines, cepillos…
- ACTIVIDADES CON OTROS NIÑOS. Es evidente, los niños juegan todos juntos y la proximidad entre ellos es inevitable.
- AUTOBUSES ESCOLARES. El autobús se mueve constantemente y sus cabezas se rozan entre sí cuando observan algo por la ventana, o cuando juegan entre ellos de camino a casa.
Por otra parte, existen zonas menos comunes pero que pueden albergar un foco de contagio:
- ARENEROS. La arena puede albergar hasta 15 horas un “piojo perdido”, éste se puede agarrar a la ropa del niño o los juguetes e ir trepando hasta la cabeza con facilidad.
- PISCINAS. El piojo puede resistir hasta 24 horas en agua clorada, pero al igual que en las playas, es principal motivo es el uso de toallas y gorros compartidos. Un piojo que se desprende por casualidad y se queda en la toalla, puede fácilmente contagiar a otro niño que use esa toalla para secarse.
¿Cuántos piojos puedo tener?
Este apartado te va a concienciar de la importancia de la revisión del cabello de los más pequeños de la casa cuanto antes, pues te va a sorprender la cifra de piojos y liendres que pueden habitar un cuero cabelludo sin tomar las medidas adecuadas a tiempo. ¡Avisad@ estás!
En general, como bien sabes los piojos se reproducen con mucha rapidez, pero esa rapidez crece de manera exponencial una vez llegada a la etapa adulta, es decir, aproximadamente a los 15-28 días desde el inicio de la infestación.
Cada hembra, puede poner alrededor de 8 liendres cada dos días, es decir, 4 liendres al día. Eso significa, que aproximadamente, en tres semanas el cuero cabelludo con pediculosis puede tener unas 120 liendres; unas 80-90 de la primera colonización y otras 30-40 de la segunda eclosión, de las cuales algunas liendres ya han eclosionado y están terminando su etapa joven como ninfa para convertirse en adultas. Y si a eso le sumamos unas tantas liendres más de la primera hembra que infestó el cuero cabelludo sano, portando huevos en su interior…
Resumiendo los cálculos: tras 24 días aproximadamente, en el cuero cabelludo pueden habitar más de mil liendres y un centenar de piojos, reproduciéndose constantemente cada dos días si no se toman las medidas oportunas.
Inspección del cuero cabelludo
Por suerte, el cuero cabelludo es limitado y la inspección, pese a ser pesada, es de relativa facilidad. Armarse de paciencia será la mejor opción a la hora de inspeccionar la cabeza de los más pequeños, pues a ellos tampoco les gustará estar sentados un buen rato con la cabeza agachada y sufriendo de tirones de cabello constantes.
Para realizar una correcta inspección del cuero cabelludo, se deben realizar una serie de pasos:
- Hay que dividir el cabello en secciones. Puedes ayudarte de pinzas, gomas o similares que te ayuden a facilitar el trabajo para exponer la raíz del cuero cabelludo.
- Elige una sección y olvídate del resto, céntrate y divide esa sección en mechones finos, de los cuales puedas ir viendo poco a poco y muy claramente el cuero cabelludo. Ayúdate de un peine llamado lendrera y pasa, mechón a mechón la lendrera.
- No te ofusques ni te pongas nervios@. Las liendres están muy bien pegadas al cabello. Paciencia y lendrera son tu mejor aliado, recuérdalo.
- Busca piojos vivos, curiosamente se estarán moviendo por el cuero cabelludo, pero gracias a que tienes el cabello dividido en mechones, podrás observar mejor si están o no. Puedes utilizar aceites o sprays que te ayuden a desenredar el cabello y lo acondicionen para un deslizamiento mejor de la lendrera.
- Busca liendres en la raíz del cuero cabelludo. Son como una especie de «cápsulas» muy bien pegadas a la raíz. La lendrera se encargará de arrastrarlas y tú de retirarlas una a una.
- Los tirones en el pelo o los enredos, no serán nada agradables para los más pequeños y su paciencia es relativamente inexistente, por lo que tener a mano productos que ayuden en el desenredo, aportará tiempo extra que será de gran utilidad.
Tratamientos y Prevención
Como ya sabrás, los piojos pueden aparecer en cualquier momento, por lo que hay que llevar un especial cuidado en cualquier época del año y en concreto, en la época escolar (ya que en este periodo de tiempo, sus cabezas pueden entrar en contacto con mayor asiduidad y facilitar el contagio).
Existen multitud de métodos de prevención: desde champús, mascarillas, aceites, spray, espumas, ceras….
El más efectivo es el más pesado y el más molesto: la típica lendrera, ese peine con dientes muy finos diseñado para arrastrar liendres adheridas al pelo. Sin embargo, existen ayudas que facilitan la erradicación de estos parásitos: los pediculicidas.
Como hemos mencionado al inicio, los pediculicidas son una sustancia o fármaco que elimina y mata los piojos. En el mercado existen de tres tipos: químicos, tradicionales y alternativos.
TRATAMIENTOS QUÍMICOS
Los tratamientos químicos son efectivos en piojos, pero no en la eliminación de los huevos antes de eclosionar, y se requieren aplicaciones repetidas del tratamiento. Además, los piojos desarrollan resistencias por el uso continuado de dichos tratamientos y al final, requieren concentraciones mayores o tratamientos más prolongados, aumentando el riesgo de efectos adversos, pudiendo aparecer cierta toxicidad.
Hay que seguir estrictamente las instrucciones de aplicación del producto y tener en cuenta que, tanto dichos tratamientos químicos como su repetición, pueden ser irritantes para el cuero cabelludo de niños pequeños que no han desarrollado todavía correctamente el sistema autoinmune ni detoxificante.
Suelen tener diferentes tipos de sustancias insecticidas, algunos ejemplos son:
- PIRETRINAS NATURALES. Conjunto de sustancias naturales obtenidas de las flores de Chrysanthemun cinerariefolium. El mecanismo de acción consiste en la absorción a través del exoesqueleto quitinoso de estos insectos, bloqueando la transmisión del impulso nervioso del insecto por interacción con los canales de sodio, lo que conlleva la parálisis y muerte del insecto. Son ovicidas y no dejan actividad residual. Hay que repetir el tratamiento al cabo de una semana. Incluso tras dos tratamientos, quedan piojos vivos y huevos intactos.
- PERMETRINAS. Es una piretrina sintética que se absorbe poco por la piel, de escasa toxicidad con acción ovicida. Aplicada sobre el cabello seco y luego aclarado, permanece activa durante dos semanas. Hay que repetir una segunda aplicación 10- 14 días después. El resto de piretrinas sintéticas tiene menor poder ovicida, y se presentan en una amplia gama de concentraciones para las cuales no existen ensayos clínicos que evalúen su eficacia
- MALATIÓN. Actúa como un inhibidor irreversible de la colinesterasa del parásito. Esta acción es específica en los insectos ya que los mamíferos rápidamente hidrolizan y eliminan el producto. Tiene una acción pediculicida muy rápida, un gran poder ovicida y una actividad residual de hasta cuatro semanas. Con cierto grado de toxicidad y desagradable olor.
- LINDANO. Actúa como un estimulante del sistema nervioso central del parásito, lo que le provoca convulsiones y muerte. Su uso tópico puede ser tóxico ya que se puede absorber incluso a través de la piel intacta debido a su alta lipofilia.
- BUTÓXIDO DE PIPERONILO. Agente sintético con escasa actividad insecticida.
Tras los tratamientos químicos, es aconsejable utilizar acondicionadores de pelo que ayuden a reestructurar el cabello.
TRATAMIENTOS TRADICIONALES
El tratamiento tradicional viene por la asfixia del piojo, ya que como hemos visto anteriormente, el piojo necesita respirar. El aceite de coco o la vaselina suelen ser más respetuosos con el cuero cabelludo, pero menos eficaces que los pediculicidas químicos clásicos. Además, algunos aceites esenciales pueden ser irritantes si se usan en altas concentraciones, requieren de aplicaciones cada tres días y resultan difíciles de retirar.
En cuanto al vinagre, su acción directa contra el piojo requiere altas concentraciones con una eficacia limitada y con su correspondiente posibilidad de irritar el cuero cabelludo, sin embargo, se aplica directamente sobre el pelo seco y se deja actuar un par de horas. Otros productos domésticos utilizados son aceite de oliva y mayonesa que actúan por inmovilización de estos parásitos.
El Aceite del Árbol de Té es una sustancia natural que ayuda a evitar que los piojos se instalen en nuestro cabello. Tiene un fuerte olor característico que camufla el olor del cuero cabelludo y evita de esta forma que los piojos se acerquen.
Estos remedios caseros funcionan pero algunos son incómodos de aplicar, otros muy difíciles de eliminar y ninguno de ellos tiene un programa o pauta de tratamiento ni eficacia comprobada.
MÉTODOS ALTERNATIVOS
Los problemas y desventajas de los tratamientos químicos (sobre todo los efectos tóxicos) y de los remedios caseros, han hecho que se continúe la investigación de nuevas generaciones y nuevas alternativas de productos con actividad pediculicida.
Los tratamientos alternativos presentan actividad sólo contra la especie nociva (insecto) y no afectan a otros organismos, incluido el hombre. Para conseguirlo, se buscan productos que alteren procesos fisiológicos exclusivos de los insectos.
Un ejemplo de producto alternativo son los inhibidores de quitina. Los inhibidores de quitina son productos que interfieren con la formación de quitina en los períodos de muda larvaria, al no formarse la quitina, la cutícula no puede resistir la presión de la turgencia y se producen lesiones que causan la muerte. Los adultos no se ven afectados, las larvas nacidas de hembras tratadas o no eclosionan o están afectadas. La toxicidad de estos compuestos es muy baja y no afecta a animales superiores.
Por otra parte, existen alternativas más completas que contienen propiedades de manera conjunta: son inhibidores de quitina y, además, repelentes. En este caso nos referimos al Vinagre de Quassia.
El Vinagre de Quassia combina las dos acciones anteriores gracias a la Quassia amara, repelente natural e inhibidora de la formación de la quitina y del vinagre, que impide que las liendres se adhieran al pelo al disolver la capa de quitina o bien al favorecer su desprendimiento.
♥ En Hidrotelial, hemos desarrollado un Acondicionador Bifásico Desenredante, de nuestra gama Nanös, un acondicionador capilar de dos fases indicado para hidratar y facilitar el peinado de los más pequeños, evitando los molestos tirones.
Además de Aceite del Árbol del té en su composición, se combina Vinagre de Quassia, que junto con el Aceite de Andiroba, demuestran mediante un estudio que es un tratamiento efectivo frente a piojos y liendres desde la primera semana, además de tener acción preventiva. El Aceite de Andiroba se utiliza para el cuidado del cabello y también confiere acción repelente, propiedad basada en el gusto amargo de la Andirobina, componente del aceite.
En resumen, sufrir la infesta de estos parásitos es fácilmente posible durante todo el año, aunque en época escolar y con temperaturas agradables, aumente su reproducción. La lendrera será tu mejor aliado, junto con métodos alternativos que no dañen las fibras del cabello ni sean incómodos para los niños. Revisa el cabello cada 3-5 días, no olvides prestar especial atención cuando el colegio de aviso de piojos y cuando empiece el buen tiempo.
No olvides un dato muy importante: los piojos afectan a niños… ¡y a ADULTOS!