Ahora ya sí podemos decir que ha llegado el frío y viento, y vaya si la ha hecho con ganas! Llega el tiempo de los abrigos, bufandas, guantes, gorros y, sobre todo de no descuidar nuestra piel. El frío y los cambios bruscos de temperatura afectan a nuestra piel mucho más de lo que pensamos, por lo que en invierno es imprescindible poner especial atención a nuestro cuidado facial.
Si en verano cuidamos nuestra piel de los efectos del sol, en invierno debemos ser más perseverantes ya que en esta estación el estrés cutáneo continúa e incluso puede llegar a ser más agresivo.
EFECTOS DEL FRÍO EN LA PIEL
- Vasoconstricción de los capilares: Debido a las bajas temperaturas se contraen los vasos sanguíneos por lo que se reduce la llegada del oxígeno a la epidermis dando a nuestra piel un aspecto apagado
- Retraso en la renovación del ciclo celular: Se produce una acumulación de las células muertas lo que nos da una sensación de piel más seca y sensible.
- Rojeces: Aparecen principalmente en nariz, mejillas y pómulos en las pieles más sensibles.
La bajada de las temperaturas no es la mejor aliada para nuestra piel. Durante el invierno la capa protectora de nuestra piel se vuelve más fina , la función barrera es más débil afectando a las reservas de agua, lo que impide mantener los niveles de hidratación correctos. Así mismo, otro de los factores que influye en la disminución de la hidratación son los ambientes secos con calefacción.
FACTORES CLIMÁTICOS DEL INVIERNOS QUE AFECTAN A NUESTRA PIEL
- Cambios bruscos de temperatura de espacios cerrados a espacios abiertos
- Influencia de la luz
- Contaminación
El rostro y las manos están siempre expuestos al frío por lo que debemos protegerlos para no perder hidratación y que nuestra piel siga luciendo perfecta.
CÓMO CUIDAR NUESTRA PIEL EN INVIERNO
- Hidratar diariamente la piel, por la mañana y por la noche, utilizando limpiadores y cremas adaptados a cada tipo de piel.
- Utilizar bálsamos hidratantes y reparadores en nuestros labios a lo largo del día para aportar una dosis extra de hidratación y evitar así que se cuarteen.
- No olvidar la protección solar ya que las radiaciones solares penetran igualmente a través de las nubes.
- Evitar cambios bruscos de temperatura.
- Beber mucha agua: la hidratación comienza desde dentro.
- Mantener una dieta equilibrada con elementos antoxidantes y rica en frutas y verduras que aportan vitaminas a nuestro organismo.
No olvidéis en casa vuestro gorro, guantes y bufanda, que además de hacer que estéis más calentitos os ayudará a resguardar las zonas de vuestro cuerpo más expuestas al frío. El invierno tiene muchas cosas buenas, llega la nieve, los deportes de invierno y los paisajes idílicos cuyas estampas nos traerán seguro recuerdos imborrables, así que disfrutemos también del frío pero siempre cuidando nuestra piel!