Estamos inmersos en pleno verano, llegan las vacaciones, disponemos de más tiempo de ocio para estar con los amigos y la familia y disfrutar de todo eso que nos gusta y que durante el año no podemos hacer, aprovechando las buenas temperaturas con infinidad de actividades al aire libre: playa, piscina, paseos por la tarde, los aperitivos en las terrazas. Sin duda en verano es cuando más tiempo estamos expuestos al sol, por lo que es muy importante cuidar nuestra piel adecuadamente de las radiaciones solares.
En este post os queremos explicar cómo aplicar bien la protección solar y que estas largas exposiciones solares no nos traigan ningún problema a nuestra piel que luego nos pase factura. Con tan sólo 15 minutos de exposición los rayos UV ya nos pueden empezar a causar daños. Además es importante saber que nuestra piel tiene memoria, por lo que una quemadura nos puede traer graves consecuencias años después de haberla sufrido.
Daños causados por el sol:
- Envejecimiento prematuro
- Arrugas
- Manchas
- Cáncer de piel
Pasos a seguir para aplicar correctamente la protección solar:
1.- Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de adquirir un protector solar es el fototipo de nuestra piel, ya que el factor de protección varía según si nuestra epidermis es más o menos clara. Así mismo hay que tener un especial cuidado con las pieles de niños y mujeres embarazadas.
2.- Es conveniente aplicar la fotoprotección entre 15 y 20 minutos antes de realizar la exposición solar de forma uniforme por todo el cuerpo y repetir la operación al llegar a nuestro destino, si vamos a ir a la playa o la piscina a estar mucho tiempo expuestos.
3.- Cada dos horas debemos volver a aplicar la protección solar en caso de estar expuestos continuamente al sol. En caso de estar en casa de moviéndonos de un sitio a otro alternando con espacios abiertos nos la tendremos que poner cada 4 horas.
4.- Aumentar la frecuencia de la aplicación en las horas centrales del día, de 12 a 16 horas.
5.- Es recomendable usar un tipo de crema para la cara y otra para el resto del cuerpo ya que la piel del rostro es más sensible y necesita de productos específicos.
6.- Aunque en muchos de los productos de fotoprotección nos indican que son resistentes al agua es conveniente volver a aplicar la protección solar tras el baño.
7.- Al llegar a casa es conveniente rehidratar la piel para recuperarla tras la exposición solar, para lo que utilizaremos un after sun adecuado para cada tipo de piel.
8.- Hacer especial hincapié en las zonas olvidadas como lo son las ojeras, párpados, detrás del cuello, pies, así como las zonas más sensibles, pecho y hombros, que están expuestos constantemente y en los que pueden aparecer pecas con mayor facilidad.
A todos nos gusta estar bronceados y disfrutar de las largas jornadas de sol y diversión que nos ofrece el verano, pero siempre protegiendo y cuidando nuestra piel. Así que nuestros grandes aliados estas vacaciones deben ser el protector solar y beber mucha agua para no deshidratarnos.
Y si en verano nos protegemos más, en invierno tampoco debemos olvidar hacerlo, ya que los rayos solares siguen siendo igual de dañinos aunque haga frío.
¡Qué disfrutéis del verano, el sol, los amigos, y siempre con una piel bonita!